Con esperanza y valor: La Educación No Puede Esperar insta a líderes mundiales a tomar medidas para subsanar la falta de financiación que nos impide cumplir nuestra promesa de garantizar el acceso universal a la educación

Al tiempo que, en todo el mundo, las diversas naciones celebran el Día Internacional de la Alfabetización y destacan el potencial de la educación para construir sociedades sostenibles y pacíficas, La Educación No Puede Esperar (ECW, por sus siglas en inglés), el fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas, exhorta a líderes mundiales a ampliar su apoyo financiero. De acuerdo con el nuevo informe anual de resultados publicado hoy, ECW y sus asociados estratégicos en todo el mundo han conseguido, desde la creación del fondo en 2016, que 8,8 millones de niños y niñas puedan acceder a una educación integral y de calidad, más de 4,2 millones de ellos solo en 2022.

En vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se celebrarán este mes en Nueva York, la publicación de ECW “With Hope and Courage: 2022 Annual Results Report” (Con esperanza y valor: informe anual de resultados de 2022) incluye análisis relevantes sobre los retos, las oportunidades, las principales tendencias y el gran potencial de la “educación universal”, en un momento en el que naciones de todo el mundo se apresuran por cumplir las promesas descritas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París y otros acuerdos internacionales.

“Los logros enunciados en el informe anual de resultados de 2022 elaborado por ECW, narran la historia de un fondo mundial emergente que avanza con determinación, agilidad y rapidez hacia la igualdad. Desde su puesta en marcha, ECW ha proporcionado una educación inclusiva y de calidad a un total de 8,8 millones de niños, niñas y adolescentes. A ellos, se suman otros 32,2 millones de infancias y adolescentes, destinatarios de intervenciones específicas ejecutadas durante la pandemia de COVID-19. No obstante, las necesidades también se han disparado en este período en el que hasta 224 millones de niños, niñas y adolescentes han visto su educación interrumpida. Aunque los donantes están intensificando sus esfuerzos, el déficit de financiación es cada vez mayor y solo el 30% de los recursos necesarios para la educación en situaciones de emergencia recibieron financiación en 2022. Para afrontar este reto, necesitamos conseguir más fondos para la educación”, afirmó el Muy Honorable Gordon Brown, Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial y Presidente del Grupo Directivo de Alto Nivel de ECW.

Ampliación de los fondos destinados a la educación

En 2022, la financiación de la educación en situaciones de emergencia fue más alta que nunca. Según el informe, el total de fondos disponibles creció más de un 57% en solo tres años, desde los 699 millones de dólares de los Estados Unidos en 2019 a los más de 1.1 billones de dólares en 2022. En la Conferencia de Alto Nivel sobre la Financiación de ECW, celebrada a principios de 2023, se anunció una contribución de 826 millones de dólares, con el apoyo de los principales asociados donantes estratégicos de ECW, entre los que se incluyen Alemania, el Reino Unido y los Estados Unidos; tres de los contribuyentes más importantes de un total de 25, así como asociados del sector privado como The LEGO Foundation. De igual forma, las iniciativas colectivas de movilización de recursos de todos los asociados y partes interesadas en los planos mundial, regional y nacional ayudaron a conseguir otros 842 millones de dólares de financiación para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas, destinados a los programas de resiliencia plurianual que ECW desarrolla en 22 países.

Pese a todos estos esfuerzos, las necesidades han aumentado exponencialmente en los últimos años. Las solicitudes de fondos para educación en situaciones de emergencia en los llamamientos humanitarios han pasado de 1.1 billones de dólares en 2019 a cerca de 3 billones a finales de 2022, es decir, casi se han triplicado. En 2022, solo el 30% de los recursos necesarios para la educación recibieron financiación, lo que indica que el déficit es cada vez mayor.

“Con esperanza y valor, podemos hacer frente a los retos que nos plantea un mundo asolado por el cambio climático, brutales conflictos y desplazamientos forzosos. Para ello, tenemos que atrevernos a invertir en la educación de aquellos a quienes hemos dejado más rezagados en situaciones en las que ningún ser humano debería vivir, especialmente las generaciones más jóvenes. Es extraordinario que estos 224 millones de niños, niñas y adolescentes mantengan la resiliencia y la fuerza necesarias para no abandonar la esperanza de acceder a una educación y hacer realidad sus sueños”, señaló Yasmine Sherif, Directora Ejecutiva de La Educación No Puede Esperar.

 “Su esperanza y valor son la inspiración de la comunidad internacional de La Educación No Puede Esperar. Por ahora, hemos conseguido proporcionar conjuntamente una educación de calidad a casi 9 millones de niños, niñas y adolescentes en situaciones de crisis. Con más fondos, con 1.5 billones de dólares garantizados, podemos proporcionar conjuntamente una educación de calidad a otros 20 millones de niños, niñas y adolescentes de aquí a 2026. Si ellos pueden, nosotros también: sí es posible”, afirmó Sherif.

A día de hoy, algunos de los principales y posibles donantes bilaterales y multilaterales de ECW todavía no han comprometido los fondos correspondientes al período integral de 2023-2026 y, además, existe un déficit en la financiación procedente del sector privado, las fundaciones y los donantes filantrópicos. En la primera mitad de 2023, ECW se enfrentó a una falta de fondos de unos 670 millones de dólares, con los que se podrían financiar íntegramente los resultados previstos en el Plan Estratégico para 2023-2026, el cual llegará a 20 millones de niños y niñas a lo largo de los próximos tres años.

#ECWResults

Desde que comenzó sus operaciones en 2017, ECW ha financiado programas educativos en 44 países y situaciones de crisis. Cuando la pandemia de COVID-19 acarreó el cierre de escuelas en todo el mundo, ECW reaccionó reorientando su programación con diversas primeras respuestas de emergencia y actualizando sus programas para facilitar la enseñanza a distancia y garantizar el acceso vital al agua, las instalaciones de saneamiento y otros apoyos integrados, y consiguió llegar a otros 32,2 millones de niños y niñas.

Las inversiones de ECW suponen un gran avance en los esfuerzos por prestar apoyo a los niños y niñas más vulnerables y marginados del mundo. De los 4,2 millones de niños y niñas atendidos en 2022, el 21% eran refugiados y el 14% eran desplazados internos.

El compromiso del fondo con la igualdad de género ofrece resultados tangibles, como demuestra el hecho de que más del 50% del total de infancias atendidas en 2022 fuesen niñas. Por primera vez, los programas respaldados por ECW prestan apoyo a más niñas que niños, tanto en educación preescolar como en secundaria, y el fondo mantiene el objetivo de que el 60% de los beneficiarios de todas sus inversiones sean niñas.

En 2022, las primeras respuestas de emergencia que ECW activó en situaciones de crisis incipientes o agravadas tuvieron muy en cuenta la crisis climática, como demuestran los subsidios concedidos para hacer frente a la sequía en África Oriental y a las crecidas en el Pakistán y el Sudán. ECW aprobó también nuevos fondos para dar respuesta a la guerra de Ucrania y a la reanudación de la violencia en la Región del Lago Chad y Etiopía.

ECW y sus asociados estratégicos están reaccionando con una rapidez sin precedentes. En promedio, el tiempo de respuesta es de solo 9 semanas para las emergencias graves y de 15 semanas en contextos de crisis agravadas.

El gran énfasis que pone ECW en los resultados de aprendizaje se ha traducido en un aumento de los presupuestos por programas que buscan un término medio entre el alcance y la profundidad y se centran en ofrecer un apoyo educativo integral y de calidad, reforzar la financiación de la educación preescolar y la educación secundaria, aumentar la diversidad de los beneficiarios y mantener los esfuerzos por incrementar la financiación localizada.

En 2022, el 76% de las primeras respuestas de emergencia y el 69% de los programas de resiliencia plurianual originaron cambios fehacientes en los resultados educativos, frente al 35% y el 50% en 2021.

El camino por seguir

Mientras ECW y sus asociados estratégicos luchan por impulsar el calado, el alcance y el impacto de sus compromisos, el plan estratégico para 2023-2026 de ECW determina cinco prioridades importantes: conseguir unos resultados de aprendizaje integrales, transformar los datos globales de financiación, dar respuesta al cambio climático, otorgar un lugar central en las futuras inversiones a la adaptación local y la participación comunitaria y lograr avances en materia de igualdad de género, inclusión de la discapacidad y formulación de respuestas específicas para el desplazamiento forzoso.

Para garantizar unos resultados de aprendizaje integrales y de calidad, el nuevo informe recoge varias recomendaciones, como favorecer el aumento de la inversión por estudiante, los programas educativos accesibles y adaptados a las necesidades individuales, la adopción de medidas integrales de capacitación docente, las actividades orientadas a potenciar el bienestar emocional y social, la participación comunitaria y aulas con tamaños manejables.

Aspectos destacados del informe (da click para agrandar)

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A nivel país

• En Haití, a través de un programa apoyado por ECW, la asistencia escolar alcanzó el 93% en diciembre de 2022. A fin de atraer a los estudiantes de vuelta a las aulas y mejorar la salud de la mente y el cuerpo por igual, los programas de alimentación escolar financiados por ECW y ejecutados por UNICEF y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Haití han llegado ya a 76 escuelas en las que se han distribuido un total de 181 toneladas métricas de alimentos.
• En Malí, un programa de resiliencia plurianual de ECW desarrollado por EduCo, Plan International, Save the Children y el ACNUR puso en marcha cursos de aprendizaje de transición con el objetivo de incorporar al sistema escolar formal a los niños y niñas afectados por crisis. El 89% de los más de 2.700 niños y niñas que completaron el programa accedió a la educación formal.
• En Siria, las inversiones de ECW implementadas por Save the Children y UNICEF están teniendo una notable repercusión sobre la alfabetización y la formación profesional, con una mejora de las competencias contrastada en el 76% de las niñas evaluadas.
• En Uganda, las inversiones de ECW implementadas por AVSI, Luigi Giussani Foundation y Save the Children comportaron que el 73% del alumnado pasase al grado superior en matemáticas y el 72% en competencia lectora.

Tendencias mundiales

• Según el estudio de estimaciones mundiales de ECW publicado en junio de 2023, hay 224 millones de niños y niñas cuya educación se ha visto interrumpida a causa del cambio climático, conflictos y otros desastres, de los cuales solo el 11% asisten a la escuela y alcanzan unos niveles mínimos en matemáticas o comprensión lectora. Si bien 127 millones de niños y niñas afectados por crisis van a la escuela, el 57% no alcanza los niveles de competencia adecuados. A esto se suma la escalofriante cifra de 72 millones de menores en edad escolar (un 53% de los cuales son niñas) que no están escolarizados en regiones en situación de crisis. La mitad viven en solo ocho países: Etiopía, el Pakistán, el Afganistán, el Sudán, la República Democrática del Congo, Myanmar, Malí y Nigeria.
• El informe Panorama Global Humanitario 2023 señala que 362 millones de personas, es decir, una de cada 23 a escala mundial, necesitan protección y asistencia humanitaria, una cifra sin precedentes que supone un notable aumento con respecto a los 274 millones de principios de 2022.
• También es inaudita la cifra de 60,9 millones de nuevos desplazamientos internos registrada en 2022, un incremento del 60% con respecto a 2021, a causa de los conflictos y los desastres provocados por el clima. La guerra de Ucrania generó 16,9 millones de desplazamientos, pero también en la República Democrática del Congo, Etiopía y Myanmar se apreciaron cifras significativas. Las sequías y crecidas relacionadas con La Niña provocaron desplazamientos masivos en el Pakistán, Nigeria, el Brasil, Somalia, Etiopía y Kenya. A finales de 2022, había 71,1 millones de desplazados internos, lo que supone un aumento del 20% con respecto al año anterior.
• Un alarmante 83% de los niños y niñas no escolarizados en regiones afectadas por crisis, así como el 75% de los que afrontan carencias de aprendizaje, vive en países que el Índice Mundial de Riesgo Climático sitúa entre los más vulnerables ante los riesgos climáticos, de acuerdo con los datos de ECW.
• Se mantiene una notable disparidad entre géneros en lo relativo al acceso a la educación y las tasas de finalización, especialmente en entornos de crisis de gran intensidad, como el Afganistán, el Chad, Sudán del Sur y el Yemen. Pese a todo, las niñas siguen mostrando un destacable potencial de aprendizaje y es frecuente que superen a los niños en competencia lectora, aun en condiciones tan desfavorables. Su resiliencia pone de relieve la importancia de garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas.
   

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